Desde que supe de su existencia me llamó la atención su anonimato. Sorprende y mucho que, un personaje de su talla, precursor de dos de las universidades más renombradas de España, sea tan desconocido.
Me topé con la figura de este insigne emprendedor paseando por la Villa de Cabezón de la Sal al fijarme en una pequeña placa sita en la fachada de la Iglesia de San Martín que reza así: Al hijo ilustre de esta Villa R.P. Tomás Gómez Carral S.J. Fundador del Colegio de la Guardia y Universidades de Deusto y Pontificia de Comillas, Cabezón de la Sal, 23-VII-1942. Intrigado por la importancia de los méritos atribuidos me interesé por el personaje y pronto constaté la escasa atención que había recibido. Salvo referencias relativas a su vínculo con el Seminario de Comillas, poco más. De hecho ninguna de las “historias oficiales” de ambas universidades le menciona y el título de su única biografía es más que significativo: Una celebridad desconocida: R.P. Tomás Gómez Carral, S.J., Fundador del Seminario de Comillas y del Centro de Estudios Superiores de La Guardia– Deusto, Cándido Marín, S.J., Madrid,1943.
No es mi intención esclarecer las causas del olvido en el que se ha dejado a tan desconocida celebridad. Doctores tiene la Iglesia y nunca mejor dicho que en este caso. Sólo pretendo compartir mi descubrimiento que creo vale la pena, incluso a riesgo de extenderme algo más de lo acostumbrado.
Ya desde joven Tomás Gómez Carral, nacido en Cabezón de la Sal el 26 de junio de 1837 y bautizado en la iglesia parroquial de San Martín, dio muestras de iniciativa. En los planes de sus padres, Francisco y Narcisa, no entraba para Tomás el sacerdocio, sino alguna carrera civil, por lo que fue enviado al colegio de los escolapios de Villacarriedo. Pero a los diecinueve años, tras escuchar a un jesuita misionero, tomó la decisión de dedicarse al apostolado; ideal que marcaría su vida y sus obras.
A tal fin, en 1856, entró en el noviciado francés de Hagetmau de la Compañía de Jesús, por entonces expulsada de España, amplió estudios de filosofía y teología en León y Salamanca, ordenándose sacerdote en Laval (Francia) en 1869. En aquellos años ya había solicitado ser enviado a misiones en Filipinas y, ante la negativa, expresado su deseo de hacer apostolado en España mejorando la educación juvenil y facilitando en particular el acceso a la carrera eclesiástica a jóvenes sin recursos. El destino quiso que, en 1872, ejerciendo de profesor y prefecto de estudios en el Seminario de Salamanca, los jesuitas, atendiendo la demanda de un colegio en Galicia y conocedores de la capacidad de iniciativa del Padre Gómez, le encomendasen su creación.
Primero erigió el Colegio del Apóstol Santiago en Anceis, cerca de La Coruña, con una veintena de alumnos. Pronto, dadas sus estrecheces, buscó nueva ubicación y, en 1875 lo trasladó a La Guardia donde, movido por su afán de ofrecer una formación más completa, concibió la idea de abrir una sección de estudios universitarios que alcanzaría notable prestigio. Así en 1877 nació el Centro de Estudios Superiores de La Guardia antecedente de Deusto. A la par, aunque ocupado ejerciendo el rectorado de las fundaciones de La Guardia, el Padre Gómez no habiendo olvidado su ideal de proveer de la mejor formación a seminaristas sin recursos, inaugura en 1879, junto al colegio, el Seminario de San José; embrión del de Comillas.
Acusado de falta grave de ambición, que al poco se demostraría falsa, en 1881 es cesado como Rector de La Guardia y enviado a Loyola ocupando el cargo de Administrador. Entre tanto en la Compañía de Jesús ya están pensando en reubicar el Seminario y Centro de La Guardia a lugares más propicios para su expansión.
Se pensó anexionar el Seminario al Central de Salamanca, pero el Padre Gómez se resistió a ver su obra diluida y, tras largas gestiones con sus superiores de una parte y con Antonio López y López, Marqués de Comillas de otra, logró convencer a este para que sufragase un seminario de pobres en vez del colegio de segunda enseñanza que había propuesto sin éxito a los jesuitas. Contando con el generoso apoyo del segundo Marqués de Comilla logró la creación del Seminario Pontificio de Comillas, erigido por el Papa León XIII en 1890, e inaugurado en 1893. Convertido en Universidad Pontificia en 1904, el Papa Pablo VI autorizaría en 1969 su traslado a Madrid y la apertura a la enseñanza de seglares.
En cuanto al Centro de Estudios Superiores, la exitosa idea innovadora del Padre Gómez hallaría nueva casa en el municipio de Deusto. La coincidencia del anhelo de la burguesía vizcaína y de las instituciones forales por tener un centro de estudios superiores en Bilbao y el interés del los jesuitas por reubicar el Centro de La Guardia en lugar más destacado, animaría a un grupo de empresarios, liderados por Casilda de Iturrizar, viuda del banquero Tomás de Espalza, a presentar su candidatura. En 1883 constituyen la Sociedad Anónima La Enseñanza Católica para financiar la construcción de la sede cediendo a los jesuitas la dirección de los estudios y, en 1886, se funda el Colegio de Facultades Superiores de Bilbao, hoy, Universidad de Deusto.
Vistos cumplidos sus ideales, aunque sin sospechar la trascendencia de sus iniciativas, tras ejercer de Rector del Seminario Pontificio dos años, cargo del que es removido en 1893 por razones poco claras, el R.P. Gómez Carral, S.J. fallece en Comillas el 2 de marzo de 1898, siendo enterrado en la Capilla de San Antonio del Seminario.
En tiempos en los que el emprendimiento se promueve ensalzando casos de éxito, muchos foráneos, sería de justicia reconocer como merece la visión, empeño y esfuerzo de este hijo de la montaña.

Un «emprendedor» de antaño con vocación apostólica.
Hoy no hay personas así.
Me sorprende el olvido en el que le tienen sumido las instituciones de las que fue fundador.
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Te pasa lo que a mi Santi. No nos explicamos como los jesuitas han tenido tan oculto a este hijo de la Compañía.
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